Fin de semana en Almuñécar, en la costa tropical de Granada, un lugar paradisiáco en el que hasta las montañas se bañan en el Mediterráneo. Un lugar con mucha historia, en el que fenicios, romanos y árabes han ido dejando su huella. La antigua Sexi fenicia hoy tiene un nombre de origen árabe: «Hisn al-Monácar«, que significa: rodeada de montañas. La suavidad de los vientos del norte de África, la calidez de las aguas del Mediterráneo y la protección que le aportan las cumbres de Sierra Nevada, lo dotan de un microclima subtropical único en Europa. ¿Será el clima lo que hace que su gente sea tan amable y hospitalaria?
Esta es mi crónica de un fin de semana en Almuñécar, que ha sido muchas cosas a la vez: una reunión de blogueros cocineros, una feria gastronómica, una buena escusa para reenccontrar a amigos y para conocer a muchos más, que ràpidamente se engloban en la categoría fantástica de amigos.
Este es un fenómeno que pueden entender my bien los que han pasado por esa experiencia: Conocer a alguien que sigues durante años, es ponerle voz (la cara puede que la conozcas de internet), intercambiar experiencias con una persona de la que conoces sus fechas de cumpleaños, sus eventos familiares, los gustos culinarios de su casa… Si la llevas siguiendo un tiempo es como reencontrarte con un amigo, y si no lo seguias, seguro que lo harás de ahora en adelante.
No todo fue hablar y hablar y comer y comer… visitamos El Romeral, una empresa agrícola dedicada fundamentalmente a la chirimoya. Allí nos explicaron todo el proceso de cultivo, recolección y comercialización, y disfrutamos de una degustación de frutas tropicales.
Los chirimoyos son árboles de hoja caduca, y cuando llega el verano, su aspecto no es muy frondoso, aunque es sorprendente ver la plantación que hay a lo largo del valle del Rio Verde.
Otra visita obligada es a Bodegas Calvente. Horacio Calvente y su mujer nos enseñaron la bodega, nos explicaron su trayectoria en el mundo del vino. Oyéndolos hablar y contar con apasión su aventura, se entiende que sus vinos estuvieran entre los que se servían en el Bulli, o que ganen tantos premios de catas a ciegas. Su secreto: un vino que está hecho con el corazón, utilizando métodos artesanales y materia prima de primera calidad.
Esta bodega nació del sueño y la visión de un emprendedor, que recuperó viejos y olvidados viñedos. Recogió la experiencia y la pasión de sus antecesores y a ello ha sumado un constante espíritu de mejora, consiguiendo elaborar así vinos excelentes. Da gusto encontrar una empresa, andaluza además, que se defina por valores como seriedad, excelencia, eficacia, eficiencia, calidad, compromiso, profesionalidad… Después de la cata, no hubo mas remedio que pasar por la tienda y comprar algunas botellas
La feria gastronómica se ha celebrado en el Parque Botánico-Arqueológico “El Majuelo”, con los mejores productos de la tierra que se ofrecían en 23 expositores. Aquí es donde hemos podido degustar lo mejor de su cocina autóctona, que tiene dos notas características: es esencialmente marina y es tropical. Aguacates, mangos, chirimoya… y buen pescado.
Y postres deliciosos. Impecable el coctel de chirimoya y ron ¡¡ La foto la he pescado de Conchy, de Gastro andalusi, la mas creativa y divertida de las blogueras.
Para recordar, queda la cena en Reina Sofía, o las copas en Bámbola.
Elena, gracias por tu comentario