Preparación

1. Se empieza preparando el café, porque es importante que esté frío a la hora de añadirlo a la preparación. Es importante que sea un café cargadito, para que le aporte todo el sabor al postre. Yo lo he hecho descafeinado, para poder tomarlo a cualquier hora sin que provoque problemas de insomnio,
   
2. A continuación se prepara un sabayón, batiendo las 6 claras con 130 g de azúcar. El sabayón es una espuma que se hace con yema de huevo y azúcar que se bate al baño maría, de modo que el huevo queda pasteurizado. Yo lo he batido en el robot a 60º durante diez minutos para conseguir el pasteurizado. Si no tienes robot que te permita batir con esa temperatura, lo mejor es poner un bol al baño maría y batir con varillas eléctricas hasta que esté montado, con cuidado de que la yema no se cuaje con el calor.
   
3. Cuando ha blanqueado y está esponjoso, se añaden 100 ml de café mientras se sigue batiendo, y cuando está bien integrado en el sabayón, se pasa todo a un bol y se reserva
   
4. Con el bol de la batidora bien limpio, se monta la nata. Cuando empieza a hacer picos, se añaden 100 g de azúcar, y cuando están bien integrados, se añaden 100 ml de café, batiendo a velocidad media, hasta que todo queda bien integrado.
   
5. Ahora se mezcla la nata con el sabayón. Lo mejor es hacerlo en tres tandas, como puedes ver en el video. se añade una tercera parte de nata, se mezcla bien, luego una segunda y la tercera con movimientos envolventes, para que no se baje la nata y quede con textura de espuma,
   
6. Se engrasa un molde de silicona y se vierte la preparación, se alisa la superficie y se lleva al congelador, un mínimo de seis horas, pero es mejor dejarlo de un día para otro.
   
7. A la hora de servir, se retira el molde, se presenta en el plato mas bonito que tengas y se rocía con un poco de cacao puro, y a disfrutar. No es necesario sacarlo con tiempo del congelador, porque está muy aireado y se ablanda en pocos minutos.