Preparación

1. Se puede hacer a mano, pero para este tipo de pasteles, resulta muy cómodo utilizar una batidora eléctrica o robot de cocina. Pero si no tenemos, basta con un bol y un batidor de mano.
   
2. Se empieza batiendo la mantequilla con el azúcar hasta conseguir una masa esponjosa. En el robot, se bate unos 5 minutos a velocidad media. Se añaden los huevos de uno en uno, batiendo bien después de cada incorporación.
   
3. Se sigue batiendo y se añade la piel de las mandarinas rallada, el licor de naranja, en mi caso he utilizado Cointreau, pero se puede sustituir por cualquier licor de naranja, y el zumo de mandarina.
   
4. Se tamiza la harina junto con el bicarbonato y la sal, y se añade a la masa junto al yogur, pero no se hace de golpe, sino por tandas: en tres tandas de harina, alternando con dos tandas de yogur, y batiendo entre añadido y añadido.
   
5. Se engrasa el molde de bundt y se vierte la masa. Se hace desde un mismo lugar, para que la masa se resbale y se cuele bien por todas las rendijas. Se se dan unos golpes, para que se asiente bien.
   
6. Se hornea a 180º durante unos 50 - 55 minutos, con calor arriba y abajo. Se debe colocar en una posición intermedia y sobre una rejilla de horno, para que de ese modo el calor suba bien por la chimenea del bundt. Se hace la prueba del palito, para saber si está bien cocido, se pincha con un palito de brocheta y cuando sale limpio es que está en su punto.
   
7. Se deja enfriar sobre una rejilla durante 10 minutos. En ese momento, se mueve el molde hacia los lados y de arriba abajo, y de este modo se desprende de las paredes. Si se deja mas tiempo, puede que se rompa al sacarlo del molde. Se da la vuelta sobre una rejilla de enfriado y se saca del molde. Este momento es mágico, porque siempre te encuentras con un bizcocho fantástico. Y ahora se deja hasta que se enfría por completo.
   
8. Se puede cubrir con un glaseado. En este caso hecho con azúcar glass y zumo de mandarina. Se decora al gusto, yo lo he hecho con grosella azucaradas.