Preparación

1. Se lavan los espárragos y se cortan las partes más duras y se cuecen en un cazo con agua hasta que queden tiernos, y luego se pasan por una batidora para hacer un puré. Hay que pesar el puré para añadirle el mismo peso de azúcar, y se añade también el zumo del limón y un poco del agua de cocción, como medio vasito.
   
2. Se vuelve a poner todo en un cazo a fuego lento, moviendo de vez en cuando hasta que se consigue el punto de mermelada. Se guarda en un tarro y se cierra en caliente. Si se quiere conservar, se cuece al baño maría. Como ahora hay espárragos en la frutería durante todo el año, no vale la pena hacer mucha cantidad para guardar, y si es para consumo inmediato, se puede reducir un poco la cantidad de azúcar.