Ayer comimos en Casa Rufino, un restaurante de Isla Cristina que ya recomendé. Pedimos un Tonteo, así es como se llama el menú degustación. Estaba todo exquisito, pero habíamos cometido el error de tomar antes un aperitivo, y… no pudimos con todo.
Nunca me había pasado antes, pero lo cierto es que cuando pedimos que no sirvieran el último pescado, nos preguntaron si lo queriamos preparado para traer a casa… No lo dudé, ¡¡Claro que si!!
Se trataba de un fantástico filete de mero en salsa verde, que ha sido la base de nuestra comida de hoy. Tenía que prepararlo sin estropear la textura del pescado, y aqui en la playa tengo algunas limitaciones de cocina, pero tenía que idear algo para no estropearlo.
Así es como lo he perparado:
He puesto a calentar un cazo con agua, y sobre ella he puesto una rejilla metálica, que ha venido muy bien para dejar encima el papel albal donde estaba guardado el tesoro ( así vino desde le restaurante, envuelto en papel de plata).
Lo deje semitapado, para que con el calor indirecto y el vaporcillo que se acumulaba, no perdiera ninguna propiedad el pescado.
Ha salido jugoso y riquísimo
Antes de que acabe el verano lo haré, cuando vea mero en el mercado, y espero lograr una salsa verde tan rica como ésta.
Mandame un tuper para mi, que yo soy muy estas cosas
Su, algunas de las cosas que tomamos, las haré a mi modo y las subiré al blog… milhojas de bacalao, pimientos y cebollas confitadas, o foie de rape… delicioso. Y me encantó lo de traerme el plato que no comimos.
Besos. Ana